Lo
que NOS dicen las etiquetas
Uno de los sitios donde con
frecuencia la industria atenta contra la inteligencia del consumidor y al mismo
tiempo lo incita al consumo es en las etiquetas. Se cometen muchos abusos con
las leyendas alusivas a las características y beneficios de un determinado
alimento o compuesto para la salud. Más del 25% de los productos desarrollados
por la industria son suplementados nutricionalmente, lo que de entrada puede
parecer atractivo. También se promueven como:
“libres de...” o “altos en ....”
¿Responden
a una necesidad o la crean?
Mira los anaqueles y observa
cuántos productos se presentan como 100% naturales. Un edulcorante sintético
ostenta una recomendación del Instituto Mexicano de Pediatría, haciendo pensar
que quizá fuese conveniente que lo consumieran los niños. Asimismo, el abuso en
el enriquecimiento de alimentos con vitaminas empieza a alcanzar niveles
preocupantes. En el caso de la vitamina C, que es soluble en agua, en realidad
lo que estamos enriqueciendo son las veces que iremos a orinar, pues las altas
dosis consumidas se excretan con la orina.
Pirámide alimenticia en función del mercado, basada en el
gasto en publicidad para cada uno de los grupos. Las compañías gastan más de 11
000 millones de dólares en anuncios en los diferentes medios de comunicación.
(Fuente: Food Policy).
La recomendación
de comer frutas y vegetales es algo que no ha cambiado en los últimos 50 años,
pero el resto de las recomendaciones, dietas, noticias e interpretación de
datos, varían en función de la revista, el articulista, el dietista y, ahora,
para sembrar más confusión, de las páginas de Internet. Los periódicos
necesitan “noticias” y les interesan más las controversias que las campañas por
un uso irracional de vitaminas, minerales y antioxidantes.
¿Has consumido algún
producto tan solo
por lo que dice la etiqueta? ¿Obtuviste
el beneficio
prometido? O ¿todo siguió
igual?